Los Reyes Magos
En España, la costumbre de hacer regalos en Navidades guarda momentos muy especiales para los niños. Ellos son los que viven con más ilusión la llegada de los Reyes Magos de Oriente que entran por las ventanas, casa por casa, repartiendo regalos en una sola noche. Pero no son los únicos que disfrutan, también los mayores, que no pueden evitar contagiarse de su alegría mientras les acompañan en los preparativos previos al gran día: el 6 de enero. Compartir con ellos el proceso de la ilusionada espera es auto-regalarse una experiencia llena de ternura y emoción. Esta tradición navideña otorga a los más pequeños unos días cálidos y llenos de magia inolvidables.
La Carta
Antes de nada, los niños deben escribir la Carta a los Reyes Magos donde indicarán los regalos que quieren que les traigan. Una vez hecho esto, llega uno de sus momentos preferidos: entregarla. Pueden elegir entre hacerlo de manera personal a los Reyes cuando lleguen “oficialmente" el 5 de enero, o bien, unos días antes, a los emisarios y carteros reales que están en el centro de todas las poblaciones españolas. Les preguntarán si han sido buenos en el colegio y con su familia, porque a los que no lo hayan sido les castigan dejándoles carbón. En realidad, se trata de una “dulce" condena porque el carbón es de azúcar.
Espectacular Cabalgata
Por fin, llega la fecha tan esperada y toda la familia sale emocionada para recibir a los Reyes, que llegan en la tradicional Cabalgata, recorriendo las calles en sus camellos cargados de regalos, y acompañados por los pajes reales, que van repartiendo entre los niños caramelos y golosinas. Poco a poco, irán pasando divertidas carrozas, de brillantes colores e inspiradas en personajes populares infantiles, que sorprenderán sin parar a los más pequeños. Mientras, una banda de música amenizará la fiesta con canciones navideñas. Asistir al entretenido espectáculo de alegría, luz y color, y ver cómo se refleja en los risueños semblantes infantiles, transmite una felicidad indescriptible.
Ese día, todos los pueblos y ciudades celebran cabalgatas. Cada una con su toque particular, dependiendo de la zona en la que se encuentren. En Barcelona, por ejemplo, los Reyes Magos llegan por mar; en cambio, en la localidad de Alarilla, en Guadalajara, sus majestades son tan aventureros que llegan en ala delta y parapente. ¿Por qué no acude a ver la de Alcoi, en Alicante, la más antigua de España?
La noche de Reyes
Tras la Cabalgata, los niños se acuestan temprano, emocionados, a esperar que Melchor, Gaspar y Baltasar entren por la ventana para dejar los juguetes en sus zapatos. Antes, deben colocar en el alféizar agua y pan para que los camellos tomen fuerza, mientras los Reyes hacen su trabajo.